El Papa Francisco bendijo ayer una escultura de la virgen “María Desatanudos” en el marco de su visita apostólica a Canadá. La obra del artista canadiense, Timothy Schmalz, es un obsequio para los pueblos indígenas. La bendición se realizó el martes por la tarde después de la Liturgia de la Palabra que celebró el Sumo Pontífice durante su peregrinaje al Lago Santa Ana, en Alberta, Canadá.
Antes de que llegara el Papa, el cacique siux Tony Alexis explicó la historia del lago. A continuación, miembros de la “Alexis Nakota Sioux Nation” compartieron danzas tradicionales. Posteriormente, Francisco rezó frente al lago Santa Ana y dijo: “Cuántos corazones han venido aquí con ansia ansiosa, agobiados por las cargas de la vida y encontrado en estas aguas consuelo y fuerza para seguir”.
Dificultades humanas
La escultura “María Desatanudos” es una alegoría de las dificultades humanas, simbolizadas como cintas anudadas, que la Virgen desata y destraba como una madre que ayuda a sus hijos.
Su autor es mundialmente conocido por sus trabajos “Jesús sin techo”, presente en más de 140 ciudades del mundo, y “Ángeles sin saberlo”, instalada y bendecida por el Papa Francisco en 2019 en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
El Lago de Santa Ana
Schmalz indicó que “la escultura muestra a la Virgen centrada en desatar los nudos del mundo. Al igual que el Papa Francisco, que está viajando por el mundo para desatar los nudos de la historia”.
El Lago Santa Ana es el lugar de peregrinación más importante para pueblos indígenas y para los católicos en el oeste de Canadá. Los Sioux Nakota lo llaman Wakamne, “Lago de Dios”, y los Cree, “Lago del Espíritu”.
Con el primer ministro de Canadá
Ayer, el Papa Francisco llegó a la ciudad de Quebec para reunirse con autoridades civiles. El Santo Padre se reunió con la primera mujer indígena nombrada gobernadora de Canadá, Mary May Simon que fue nombrada trigésima gobernadora de Canadá el 6 de julio de 2021. Es la primera dirigente indígena que ocupa este cargo en el país. Tiene 75 años y tres hijos, es hija de una mujer inuit local y de un padre inglés, comerciante de pieles en un puesto avanzado de la Compañía de la Bahía de Hudson. Es bilingüe y habla inglés e inuktitut, la lengua indígena norteamericana del Ártico canadiense.
En el encuentro con con las Autoridades Civiles, los Representantes de las Naciones Indígenas y el Cuerpo Diplomático del País, el primer ministro del Canadá, Justin Trudeau Trudeau retomó las palabras del pontífice y subrayó que “pedir perdón no es el final del asunto, es un punto de partida, un primer paso. La reconciliación es responsabilidad de todos nosotros. Los supervivientes y sus descendientes deben estar en el centro de todo lo que hagamos juntos en el futuro”, dijo, informa Vatican News.
Renovar la petición de perdón
Por su parte, el Pontífice renovó su petición de perdón. “Pienso especialmente en las políticas de asimilación y desvinculación, que incluían el sistema de escuelas residenciales y que dañaron a muchas familias indígenas, minusvalorando su lengua, su cultura y su visión del mundo. En ese deplorable sistema promovido por las autoridades gubernamentales de la época, que separó a tantos niños de sus familias, estuvieron involucradas varias instituciones católicas locales, por lo que expreso vergüenza y dolor y, junto con los Obispos de este país, renuevo mi petición de perdón por el mal cometido por tantos cristianos contra los pueblos indígenas. Es trágico cuando algunos creyentes, como ocurrió en ese período histórico, no se adecuan al Evangelio sino a las conveniencias del mundo.