Papa Francisco tendrá una reunión clave para el futuro de la Iglesia

El próximo domingo 27 de agosto, el Papa Francisco encabezará el Consistorio en el que habrá de crear 21 nuevos cardenales, con lo que el Consejo Cardenalicio aumentará de 208 a 229 cardenales, de los cuales 132 quedarán en calidad de electores.

Esta es una reunión clave para definir el futuro de la Iglesia, pues con este Consistorio, el Papa habrá nombrado a cerca del 60 por ciento de los cardenales electores actuales.

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Son cardenales “electores” aquellos con derecho de elegir al Romano Pontífice, y “no electores” los que, antes del día en el que la Sede Apostólica quede vacante, hayan cumplido los 80 años de edad.

En lo que será el octavo Consistorio convocado durante el pontificado del Papa Francisco, los cardenales procedentes de Asia y Oceanía llegarán a 24; 13 más de los que había en 2013. Algunos de los nuevos son provenientes de zonas que jamás habían tenido purpurados, como Tonga o Papúa Nueva Guinea.

En cuanto a los originarios de Europa, la cifra no cambia mucho: de 60 pasa a 54, aunque se detecta una bajada considerable de cardenales electores italianos, pues de los 28 que había en 2013, ahora sólo serán 21, sin contar con que al finalizar el 2023, 7 habrán alcanzado el límite de edad, por lo que el número se reduciría a 14 cardenales electores italianos.

En cuanto a México, actualmente hay 7 cardenales, 2 de los cuales aún son electores: el Arzobispo de México, Card. Carlos Aguiar Retes y el Arzobispo de Guadalajara, Card. José Francisco Robles Ortega.

La creación de cardenales provenientes de zonas sin tradición cardenalicia, responde por una parte a la exigencia establecida por este pontificado de poner en primera línea a las periferias geográficas y existenciales. Y por otra, al propósito del Papa Francisco de dar más espacio a candidatos que conocen bien sus territorios.

Con el porcentaje de cardenales electores creados por el Papa Francisco, la Iglesia podría ir tomando un rumbo definido, en virtud de los perfiles de los nuevos purpurados: una iglesia más social -fiel al estilo del actual Pontífice-, menos europea, cercana a las periferias.

Tras el Consistorio Ordinario del día 27, el papa Francisco habrá elegido a 83 cardenales, del total actual que es de 132 electores; es decir, casi dos tercios.

Cabe señalar que el Santo Padre ha convocado a un Consistorio Extraordinario para los días posteriores al Consistorio Ordinario, en el que participarán todos los cardenales del mundo.

Ante las especulaciones sobre su renuncia que se han estado generando debido a esta reunión, el Papa Francisco ha rechazado dicha posibilidad, además de que ha desmentido la versión de que padece de cáncer. “Nunca se me ha pasado por la cabeza (renunciar). No por el momento”, afirmo en entrevista a la Agencia Reuters.

Una Iglesia más misionera

Cabe señalar que en junio pasado entró en vigor la nueva Constitución Apostólica sobre la Curia Romana del Papa Francisco: “Praedicate evangelium”, misma que sustituyó a “Pastor bonus”, promulgada por S.S. Juan Pablo II.

“Praedicate evangelium” configura a la Curia Romana como una estructura más misionera, a fin de que esté cada vez más al servicio de las Iglesias particulares y de la evangelización. Entre los puntos más importantes se encuentran los siguientes 10:

  1. “Praedicate evangelium” subraya que la Curia Romana está compuesta por la Secretaría de Estado, los Dicasterios y los Órganos, todos ellos jurídicamente iguales.
  2. Se unifican el Dicasterio para la Evangelización y el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización. De esta manera, los responsables de ambos órganos se convierten en pro-prefectos, ya que la prefectura de este nuevo Dicasterio está reservada para el Papa.
  3. Se crea el Dicasterio para el Servicio de la Caridad, representado por la “Elimosinería Apostólica”, que asume un papel más significativo en la Curia Romana. La “Elimosnería Apostólica” ejerce en cualquier parte del mundo la obra de asistencia y ayuda a los pobres en nombre del Papa.
  4. La Comisión para la Protección de Menores pasa a formar parte del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, aunque contará con sus propias normas y tendrá su propio presidente y secretario.
  5. Se especifica que todo miembro de la Iglesia -y por lo tanto también los fieles laicos- pueden ser nombrados para funciones de gobierno en la Curia Romana. A la letra señala que “todo cristiano, en virtud del Bautismo, es discípulo misionero en la medida en que ha encontrado el amor de Dios en Cristo Jesús. Esto no puede dejar de tenerse en cuenta en la actualización de la Curia, cuya reforma, por tanto, debe prever la participación de los laicos, también en funciones de gobierno y responsabilidad”.
  6. Entre sus principios, “Praedicate evangelium” señala que la Curia es un instrumento al servicio del Obispo de Roma y para beneficio de la Iglesia Universal. “La Curia Romana no se interpone entre el Papa y los obispos, sino que está al servicio de ambos en la forma propia de la naturaleza de cada uno”.
  7. Otro punto significativo de “Praedicate evangelium” hace alusión a la espiritualidad: los miembros de la Curia Romana son también “discípulos misioneros”. La sinodalidad, en particular, se destaca como una forma habitual de trabajar para la Curia Romana, un camino ya en marcha, que debe desarrollarse cada vez más.
  8. “Praedicate evangelium” subraya la definición de la Secretaría de Estado como “secretaría papal”, y dictamina el traslado de la Oficina del personal de la Curia a la Secretaría de Economía.
  9. Se establece que la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica debe actuar a través de la actividad instrumental del Instituto para las Obras de Religión.
  10. Se establece que para los clérigos y religiosos en servicio en la Curia Romana el mandato es de cinco años, y puede ser renovado para un segundo periodo, al final del cual vuelven a sus diócesis y comunidades de referencia: “Por regla general -señala el documento-, después de cinco años, los funcionarios clericales y los miembros de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica que han servido en las Instituciones y Oficinas Curiales vuelven a la atención pastoral en su diócesis/parroquia, o en los Institutos o Sociedades a los que pertenecen. Si los Superiores de la Curia Romana lo consideran oportuno, el servicio podrá ser prorrogado por un nuevo período de cinco años”.

Con información de Vatican News

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