Las firmas que ilustran esta información no forman parte a un pequeño de ocho años. Estos son los chicos que vinieron a Melilla en diciembre del último año. Acertadamente, la cuarta noche, cuando se encontraba lloviendo, se llamó al Servicio Jesuita de Inmigración (SJM) y se anunció que tres chicos deambulaban por las calles de la región autónoma. Eran sudaneses, llegaron por mar y acabaron en la calle. Fueron encontrados al día siguiente a las 7 de la mañana, fríos después de una noche al aire libre, debajo de un puente. Uno de ellos, el «dueño» de estos pies, poseía claros signos de hipotermia. Tuve que estimular con las manos para que la sangre se esparciera. Los jóvenes deseaban pedir asilo, del mismo modo que otro pequeño camerunés que se descubrió en una circunstancia semejante al día siguiente.
Inquietud por último informe del Servicio Jesuita de Migraciones
Su caso nació la mañana del miércoles 16 de diciembre, a lo largo de la exhibición del último reporte del Servicio Jesuita de Migraciones (SJM), que examina la circunstancia en la llamada frontera, el quinto estudio de esta clase que transporta a cabo el conjunto de esta organización de la Empresa de Jesús desde 2012.
El estudio coordinado por Josep Buades, se centra en siete cuestiones clave relacionadas con el proceso migratorio en la frontera sur:
- Las dificultades de las personas que llegan con solicitudes de asilo.
- Sin garantías durante el proceso de devolución.
- Las restricciones injustificadas al derecho a la libre circulación.
- Tratar a las posibles víctimas de la trata como delincuentes.
- La situación de los menores cuando se ven obligados a abandonar el centro de refugiados.
- La separación de familias como resultado de un celo desproporcionado.
- El impacto de la pandemia en la situación de los migrantes.
Ley de creación de corredores humanitarios en Marruecos
SMJ solicita desde el trabajo, solicitudes de un reglamento que lleva a cabo la ley 12/2009, del 30 de octubre, que regula los derechos de asilo y custodia subsidiaria. La novedosa ley debería regular la construcción de corredores humanitarios en Marruecos para asegurar el ingreso seguro de los solicitantes de asilo a las áreas de trabajo de asilo y refugiados en los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla. Además, hay personas que saltan vallas o se lanzan al mar para intentar llegar a Melilla porque no tienen una posición correcta para hacer tal petición.
La triste paradoja en la frontera sur de Europa
En estos instantes como dió a conocer el abogado de SJM en Melilla David Melian, las mismas personas que se ven obligadas a escapar de sus países de origen por persecución o amenazas además están vivas. Obligados a arriesgarse a intentar llegar a Europa para estar seguro.
En 2019, 906 personas ingresaron ilegalmente a Melilla desde el mar.
SJM además alabó la última sentencia del Tribunal Supremo de que los solicitantes de custodia en todo el mundo tienen derecho a circular libremente por el país y escoger su lugar de vivienda en España, siempre que la aprobación sea aceptada y la persona esté oportunamente documentada. SJM condena que aún se esté produciendo un retroceso acumulativo y sospecha que una exclusiva valla enrollable de hasta diez metros de altura provocará más heridos entre quienes intenten saltarla. En relación a las violaciones de derechos humanos contra los migrantes, el coordinador del grupo de trabajo mencionó que “siempre nos ha llamado la atención sobre visto que los civiles son tratados como corresponde en el campo, pero son golpeados del otro lado de la frontera. Boades además manifestó su preocupación de que terminaría en la oficina de inmigración, lo que debería ser un asunto del estado.