Este martes12 de julio los medios del grupo Univisión emitieron una entrevista realizada por María Antonieta Collins y Valentina Alazraki al Papa Francisco a lo largo de dos horas. Es la cuarta realizada en menos de un mes, sumándose a las concedidas a Agencia Telam, Reuters y a las publicaciones jesuitas.
Durante la misma Francisco y sus entrevistadoras abordaron no solo los rumores sobre su estado de salud y perspectivas a futuro, sino temas tan polémicos y de actualidad como es su postura sobre el aborto y la revocación de Roe v Wade en Estados Unidos o la Guerra de Ucrania, entre otros.
En cuanto a la posibilidad de renunciar al papado, afirmó que «por el momento» no tiene «ninguna intención» de hacerlo, después de que no pocos rumores hayan copado las redes sociales y medios de comunicación.
De hecho, durante la entrevista explicó que conocía personalmente a la periodista que elaboró uno de los reportajes que más hizo difundir esta posibilidad: «Incluso lo tomé con mucha simpatía. La periodista que escribió sobre eso es alguien a quien yo respeto mucho». Justificó la actuación de la reportera, que recopiló multitud de informaciones que podrían haberse interpretado en ese sentido: “Era sensato y coherente”, dijo. Pero puntualizó: “No siento que el señor me lo pida”.
Eso sí, tampoco lo descartó de cara al futuro, especialmente debido a su edad y los conocidos problemas de rodilla.
“Estaba seguro de que [el papado] iba a ser una cosa breve… después no me di cuenta y ya pasaron nueve años”, aseguró. Sí mencionó que la rodilla le duele «un poco» y que se siente «disminuido».
Algunos fragmentos de la entrevista de Univisión al Papa Francisco.
Los planes de Francisco si llegase la renuncia
«Si veo que no puedo, o hago daño o soy un estorbo” espero la “ayuda” para tomar la decisión de retirarme matizó. En este punto, se refirió a la «gran simpatía» que profesa por el Papa Emérito Benedicto XVI que renunció en 2013, y actualmente lleva una vida de retiro, lectura, estudio y escritura con 95 años.
En caso de retirarse, sugirió que preferiría ser considerado obispo emérito de Roma antes que papa emérito o trasladarse a Argentina: » Soy el obispo de Roma, en ese caso sería el obispo emérito de Roma… Si sobrevivo tras la renuncia, me gustaría hacer una cosa de este tipo: confesar e ir a ver a los enfermos».
También se refirió a la posibilidad de regular precisamente la figura del Papa Emérito, vaticinando que «la misma historia va a obligar a regularizarla más».
«La primera experiencia salió bastante bien«, [Benedicto XVI] «es un hombre santo y discreto». Para el futuro, sin embargo, expresó que «conviene delimitar más las cosas o explicitar mejor las cosas».
En cuanto a su rodilla, mostró su alegría porque «veinte días después, hay progresos», si bien confesó que en algún momento le asustó: «Piensa un poquito como va ser tu futuro ahora’. Gracias a Dios se está mejorando, ahora puedo caminar, pero el viaje al Congo no lo pude hacer».
«¿Es justo eliminar una vida?»
Se mostró contundente al ser preguntado por el aborto: «Al mes de la concepción, ya está el ADN del feto y alineados los órganos. Hay vida humana. ¿Es justo eliminar una vida humana?».
También se refirió a la decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, anulando la sentencia -Roe v Wade- que centralizaba la capacidad de legislar en torno al aborto en el país norteamericano.
Constató la polarización presente en el país, reiterando que los pastores deben cuidar siempre la dimensión pastoral y tratar de evitar la politización del asunto en cuestión. Por ello, al ser preguntado por presidente de los Estados Unidos, el autodenominado «católico» Joe Biden, expresó: «Lo dejo a su conciencia que hable con su obispo, con su pastor, con su párroco sobre esta incoherencia«.
Tampoco eludió el tema de Cuba, una nación a la que, confesó, se siente muy cercano y que simboliza «una historia grande». «Quiero mucho al pueblo cubano«, dijo, y reconoció que mantiene una «relación humana» con el expresidente Raúl Castro y contactos con los obispos de la Iglesia católica en la isla caribeña.
En cuanto a la situación internacional, se refirió duramente a las «guerras salvajes» que se encuentran activas en no pocos países del mundo.
«Hay guerras de destrucción y guerra entre humanos. Y es que nosotros hemos perdido la conciencia de la guerra. Hace años que digo que estamos viviendo la Tercera Guerra Mundial a pedacitos, en capítulos», advirtió. Entre los principales conflictos, mencionó la guerra de Yemen, a la «carnicería social» de Ruanda o el de Rusia y Ucrania, una guerra «que nos ha tocado de cerca». En este sentido, se lamentó de que «la humanidad sigue fabricando armas», pese a que «el uso y la posesión de armas nucleares es inmoral». «No podemos jugar con la muerte a la mano», expresó.